Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33
En el artículo anterior, inicie este tema sobre la importancia del Reino de Dios y la Justicia. Recordando un poco lo más importante, deje en claro que el representante legal del reino de Dios aquí en la Tierra, es Jesús quién es el Rey legítimo, Rey de reyes y Señor de señores, el Reinado de Cristo es universal sobre todos los reinos de la Tierra, pero aún no se ha instaurado su reinado (si desea ampliar esta información le recomiendo leer un poco sobre teología sistemática, específicamente el tema de escatología), sin embargo, Él tiene súbditos aquí en la Tierra, y al ser así su Reino ya está presente en la Tierra (en forma de colonia), Él reina en los corazones, en las vidas de todos aquellos que han tomado la decisión de aceptar su Salvación y su Señorío. Así que el Reino de Dios está cercano para toda la humanidad, ya que tiene embajadores o representantes aquí en la Tierra, la función de ellos es ganar cada día, más voluntarios que quieran formar parte de este Reino y vivir en esta Tierra conforme a los principios que rigen ese Reino.
En este sentido, puedo decir, con toda certeza que hay en el mundo y especialmente en Venezuela una necesidad de Justicia en todos los ámbitos que está pueda alcanzar. El asunto es, para que la Justicia verdadera, genuina, real se pueda manifestar aquí en la Tierra tiene que existir un Juez Justo e Imparcial, el único que califica para dicho perfil es Dios mismo, representado en la persona de su Hijo, Jesucristo; por ello, la necesidad de Justicia sólo puede ser saciada por Dios.
Así pues, cuando el Reino de Dios es instaurado en un individuo, viene con Él la Justicia de Dios, cuando se instaura en una familia viene la Justicia a esa familia, cuando es instaurado en una sociedad viene la Justicia a la sociedad y por ende a todos los sectores de esa sociedad. El Rey enseñó que nosotros debíamos pedir al Padre Celestial que su reino fuese instaurado aquí en la Tierra.
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mateo 6:9-10
Entonces, el Reino de Dios, es un reino de Justicia, porque Dios es el Juez sobre toda la Tierra (Gen. 18:25). Los cristianos en este tiempo debemos enfocarnos en transmitir el mismo mensaje que predicó Jesucristo: "Arrepentios porque el reino de los cielos se ha acercado a ustedes", no es mi inteción dar un estudio completo sobre todos los ámbitos de influencia del reino de Dios, pero si dejar claro, como dice la Palabra:
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Mateo 5:6
Esa necesidad de Justicia que tú tienes sólo será saciada si contribuyes a traer el Reino de Dios a esta Tierra.
¿Cómo? Ganando súbditos para Jesucristo en el ámbito de influencia que Él te ha dado.
Quiero dejar como un cierre la definición de Justicia que contiene el Diccionario VINE Expositivo del Nuevo Testamento.
Dikaiosune (δικαιοσύνη, G1343), es el carácter o cualidad de ser recto o justo. Se usa para denotar un atributo de Dios (p.ej., Rom_3:5), cuyo contexto muestra que «la justicia de Dios» significa esencialmente lo mismo que su fidelidad, o veracidad, aquello que es consecuente con su propia naturaleza y promesas. Rom_3:25-26 habla de su justicia manifestada en la muerte de Cristo, que es suficiente para mostrar a los hombres que Dios ni es indiferente ante el pecado ni lo considera de manera ligera. Al contrario, demuestra aquella cualidad de santidad en él que tiene que hallar su expresión en su condena del pecado.
«Dikaiosune se halla en los dichos del Señor Jesús: (a) de todo aquello que es recto o justo en sí mismo, de todo lo que se conforma a la voluntad revelada de Dios (Mat_5:6, Mat_5:10, Mat_5:20); (b) de todo aquello que ha sido señalado por Dios para que sea reconocido y obedecido por el hombre (Mat_3:15; Mat_21:32); (c) de la totalidad de las demandas de Dios (Mat_6:33); (d) de los deberes religiosos (Mat_6:1), distinguidos como el dar limosnas, el deber del hombre hacia su prójimo (Mat_6:2-4), la oración, su deber para con Dios (Mat_6:5-15), el ayuno, el deber del dominio propio (Mat_6:16-18).
»En la predicación de los apóstoles que se registra en Hechos este término tiene el mismo significado general. Igualmente en Stg_1:20; Stg_3:18; en ambas epístolas de Pedro, las de Juan y Apocalipsis. En 2Pe_1:1 : «la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo» es el recto trato de Dios con el pecado y con los pecados sobre la base de la muerte de Cristo. «La palabra de justicia» (Heb_5:13), es probablemente el evangelio, y las Escrituras que contienen el evangelio, en el que se declara la justicia de Dios en todos sus aspectos.
»Este significado de dikaiosune, acción recta, es frecuente también en los escritos de Pablo, como en las cinco veces en que aparece en Romanos 6 ; Efe_6:14, etc. Pero en la mayoría de las veces lo usa para denotar el don de gracia de Dios a los hombres por el cual todos los que creen en el Señor Jesucristo son introducidos a la correcta relación con Dios. Esta justicia es inalcanzable por obediencia a ley alguna o por cualquier mérito propio del hombre, o por cualquier otra condición que no sea la de la fe en Cristo … El que confía en Cristo viene a ser «justicia de Dios en él» (2Co_5:21); esto es, viene a ser en Cristo todo aquello que Dios demanda que sea un hombre. Debido a que Abraham aceptó la Palabra de Dios, haciéndola suya mediante aquel acto de la mente y del espíritu que recibe el nombre de fe, y, como demuestra lo que sucedió posteriormente, sometiéndose a su control, por ello Dios lo aceptó como uno que cumplió todas sus demandas (Rom_4:3).
»De la justicia no se dice que sea imputada al creyente excepto en el sentido en que la fe es imputada («contada es el mejor término») como justicia. Es claramente evidente que en Rom_4:6, Rom_4:11, «justicia contada» tiene que entenderse a la luz del contexto, «fe contada por justicia» (Rom_4:3, Rom_4:5, Rom_4:9, Rom_4:22). En estos lugares, «por» es traducción de eis, que no significa «en lugar de», sino «con vistas a». La fe así ejercida lleva al alma a una unión vital con Dios en Cristo, e inevitablemente produce rectitud de vida, esto es, conformidad a la voluntad de Dios» (de Notes on Galatians, por Hogg y Vine, pp. 246-247).