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miércoles, 13 de marzo de 2013

El Reino de Dios y la Justicia. Parte 2/2

 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33

En el artículo anterior, inicie este tema sobre la importancia del Reino de Dios y la Justicia. Recordando un poco lo más importante, deje en claro que el representante legal del reino de Dios aquí en la Tierra, es Jesús quién es el Rey legítimo, Rey de reyes y Señor de señores, el Reinado de Cristo es universal sobre todos los reinos de la Tierra, pero aún no se ha instaurado su reinado (si desea ampliar esta información le recomiendo leer un poco sobre teología sistemática, específicamente el tema de escatología), sin embargo, Él tiene súbditos aquí en la Tierra, y al ser así su Reino ya está presente en la Tierra (en forma de colonia), Él reina en los corazones, en las vidas de todos aquellos que han tomado la decisión de aceptar su Salvación y su Señorío. Así que el Reino de Dios está cercano para toda la humanidad, ya que tiene embajadores o representantes aquí en la Tierra, la función de ellos es ganar cada día, más voluntarios que quieran formar parte de este Reino y vivir en esta Tierra conforme a los principios que rigen ese Reino.

En este sentido, puedo decir, con toda certeza que hay en el mundo y especialmente en Venezuela una necesidad de Justicia en todos los ámbitos que está pueda alcanzar. El asunto es, para que la Justicia verdadera, genuina, real se pueda manifestar aquí en la Tierra tiene que existir un Juez Justo e Imparcial, el único que califica para dicho perfil es Dios mismo, representado en la persona de su Hijo, Jesucristo; por ello, la necesidad de Justicia sólo puede ser saciada por Dios.

Así pues, cuando el Reino de Dios es instaurado en un individuo, viene con Él la Justicia de Dios, cuando se instaura en una familia viene la Justicia a esa familia, cuando es instaurado en una sociedad viene la Justicia a la sociedad y por ende a todos los sectores de esa sociedad. El Rey enseñó que nosotros debíamos pedir al Padre Celestial que su reino fuese instaurado aquí en la Tierra.

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Mateo 6:9-10
Entonces, el Reino de Dios, es un reino de Justicia, porque Dios es el Juez sobre toda la Tierra (Gen. 18:25). Los cristianos en este tiempo debemos enfocarnos en transmitir el mismo mensaje que predicó Jesucristo: "Arrepentios porque el reino de los cielos se ha acercado a ustedes", no es mi inteción dar un estudio completo sobre todos los ámbitos de influencia del reino de Dios, pero si dejar claro, como dice la Palabra:

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Mateo 5:6

Esa necesidad de Justicia que tú tienes sólo será saciada si contribuyes a traer el Reino de Dios a esta Tierra.
¿Cómo? Ganando súbditos para Jesucristo en el ámbito de influencia que Él te ha dado.

Quiero dejar como un cierre la definición de Justicia que contiene el Diccionario VINE Expositivo del Nuevo Testamento.

Dikaiosune (δικαιοσύνη, G1343), es el carácter o cualidad de ser recto o justo. Se usa para denotar un atributo de Dios (p.ej., Rom_3:5), cuyo contexto muestra que «la justicia de Dios» significa esencialmente lo mismo que su fidelidad, o veracidad, aquello que es consecuente con su propia naturaleza y promesas. Rom_3:25-26 habla de su justicia manifestada en la muerte de Cristo, que es suficiente para mostrar a los hombres que Dios ni es indiferente ante el pecado ni lo considera de manera ligera. Al contrario, demuestra aquella cualidad de santidad en él que tiene que hallar su expresión en su condena del pecado.

«Dikaiosune se halla en los dichos del Señor Jesús: (a) de todo aquello que es recto o justo en sí mismo, de todo lo que se conforma a la voluntad revelada de Dios (Mat_5:6, Mat_5:10, Mat_5:20); (b) de todo aquello que ha sido señalado por Dios para que sea reconocido y obedecido por el hombre (Mat_3:15; Mat_21:32); (c) de la totalidad de las demandas de Dios (Mat_6:33); (d) de los deberes religiosos (Mat_6:1), distinguidos como el dar limosnas, el deber del hombre hacia su prójimo (Mat_6:2-4), la oración, su deber para con Dios (Mat_6:5-15), el ayuno, el deber del dominio propio (Mat_6:16-18).

»En la predicación de los apóstoles que se registra en Hechos este término tiene el mismo significado general. Igualmente en Stg_1:20; Stg_3:18; en ambas epístolas de Pedro, las de Juan y Apocalipsis. En 2Pe_1:1 : «la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo» es el recto trato de Dios con el pecado y con los pecados sobre la base de la muerte de Cristo. «La palabra de justicia» (Heb_5:13), es probablemente el evangelio, y las Escrituras que contienen el evangelio, en el que se declara la justicia de Dios en todos sus aspectos.

»Este significado de dikaiosune, acción recta, es frecuente también en los escritos de Pablo, como en las cinco veces en que aparece en Romanos 6 ; Efe_6:14, etc. Pero en la mayoría de las veces lo usa para denotar el don de gracia de Dios a los hombres por el cual todos los que creen en el Señor Jesucristo son introducidos a la correcta relación con Dios. Esta justicia es inalcanzable por obediencia a ley alguna o por cualquier mérito propio del hombre, o por cualquier otra condición que no sea la de la fe en Cristo … El que confía en Cristo viene a ser «justicia de Dios en él» (2Co_5:21); esto es, viene a ser en Cristo todo aquello que Dios demanda que sea un hombre. Debido a que Abraham aceptó la Palabra de Dios, haciéndola suya mediante aquel acto de la mente y del espíritu que recibe el nombre de fe, y, como demuestra lo que sucedió posteriormente, sometiéndose a su control, por ello Dios lo aceptó como uno que cumplió todas sus demandas (Rom_4:3).

»De la justicia no se dice que sea imputada al creyente excepto en el sentido en que la fe es imputada («contada es el mejor término») como justicia. Es claramente evidente que en Rom_4:6, Rom_4:11, «justicia contada» tiene que entenderse a la luz del contexto, «fe contada por justicia» (Rom_4:3, Rom_4:5, Rom_4:9, Rom_4:22). En estos lugares, «por» es traducción de eis, que no significa «en lugar de», sino «con vistas a». La fe así ejercida lleva al alma a una unión vital con Dios en Cristo, e inevitablemente produce rectitud de vida, esto es, conformidad a la voluntad de Dios» (de Notes on Galatians, por Hogg y Vine, pp. 246-247).

¡Bendiciones para Todos!

lunes, 11 de marzo de 2013

El Reino de Dios y la Justicia. Introducción. Parte 1/2

Introducción

 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33


En primer lugar y antes de desarrollar el tema, quisiera aclarar que este tópico va dirigido a todas las personas que se considere, que sienta, que se identifiquen como pueblo de Dios, y además quiero agregar que de esta fecha en adelante mis escritos están dirigidos específicamente a aquellos que forman parte de ese pueblo que viven en Venezuela.

El motivo, como todo venezolano, es el deseo de participar de alguna manera en el diálogo activo que se está dando en el proceso que enfrenta actualmente mi país (Venezuela) pero desde el lugar en cual me colocó Dios y para la función que fui elegido. Creo sinceramente que cada persona en el mundo tiene un lugar y que cuando esa persona traspasa los linderos de su lugar (llamese ministerio, servicio, dones, llamados, entre otros) se involucra en temas y situaciones que no le compete, en los cuáles no es ninguna AUTORIDAD para que su influencia sea canalizada o bien recibida en ese lugar. El Apóstol Pablo lo explicó de la siguiente manera:

 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 2 Timoteo 2:4

Es decir, nadie que está llamado a ejercer un servicio en determinada área (en el caso que plantea el Apóstol, militar) puede enredarse en ningún otro asunto salvo en el cual está prestando servicio, para mi es un honor y un gran reconocimiento estar al servicio de mi Señor y mi Dios, Jesucristo.

Así pues, quiero explicar con detenimiento la importancia y el valor que tiene el Reino de Dios y la justicia.

1. El Reino de Dios.

Estamos en uno de los escritos más famosos de Jesús, mejor conocido como el Sermón del Monte (Mateo 5, 6 y 7), no entraré a discutir aspectos menos importantes en este momento, tales como si fue un solo discurso o no, sino más bien en dar un contexto general acerca de los temas que se vienen tratando en el discurso.

Se puede decir, con toda certeza, que el Sermón del Monte constituye la base fundamental de la doctrina de los Apóstoles y que toda enseñanza cristiana tiene dos (2) influencias poderosas, las cuales son: el Antiguo Testamento (Moisés, los Salmos y los Profetas) y las Enseñanzas de Jesús; Aquí, en este punto, estaba Jesús dando categóricamente cuáles eran los principios que rigen el Reino de Dios, o dicho de otro modo, cuáles son las leyes fundamentales de este Reino que Él proclama.

En primer lugar habló de las bienaventuranzas, en segundo lugar de nuestro rol en la sociedad como luz y sal de la tierra, en tercer lugar se refirió a la Ley de Moisés dando a entender que Él es el cumplimiento de esa ley, y luego continuo hablando del sistema de valores de su reino refiriéndose a varios temas comunes entre los hombres: el adulterio, el divorcio, los juramentos, el amor hacia los enemigos, la limosna, la oración, el ayuno,  los tesoros en el cielo, la lámpara del cuerpo, las riquezas, el afán y la ansiedad, el juzgar a los demas, la regla de oro y la oración, la puerta estrecha, los frutos de los hombres, los hacedores del maldad y los dos cimientos. Todos estos temas dan luz, evidentemente, de un estilo de vida superior, que está por encima de las reglas humanas y de cualquier sistema humano creado jamás, sencillamente porque constituye los valores del Reino de Dios.

Y lógicamente, si un Reino tiene leyes, es porque también tiene territorio y tiene un Rey. Así pues, cabe la pregunta, ¿Cuál es el Reino de Dios? ¿Dónde está su territorio? ¿Quién es el Rey? Por que si el Reino de Dios fue uno de los temas central de las predicaciones de Jesucristo y fue la manera cómo inició su ministerio desde su primer discurso, como lo muestra los evangelios, entonces es porque el Reino de Dios es tangible, aquí y ahora mismo en la Tierra, ya que nada de lo que Jesús habló lo hizo en sentido místico y enigmático que no pudiese ser comprendido por los hombres.

Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Mateo 4:17


No voy a profundizar, en la repuesta de estas preguntas, sino mas bien voy a dejar que la palabra de Dios sea la que responda estas interrogantes (Si desea profundizar en este tema, lo invito a leer el libro "La Gran Idea de Dios", del Pastor Myles Monroe).

¿Quién es el Rey?

El Rey es Jesús, y el mismo Pilato, se sorprendio frente a la declaración de Jesús.
Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Jesús le respondió: ¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí? Pilato le respondió: ¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. Juan 8:33-37.
 Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles. Apocalipsis 17:14

¿Dónde está su territorio?

 Su territorio no está en ningún lugar geográfico físico aquí en la Tierra, el mismo Rey explicó:
Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. Juan 18:36
Sin embargo, Él tiene súbditos aquí en la Tierra,
¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 1 Corintios 3:5

¿Cuál es el reino de Dios?

El reino de Dios es espiritual, y su reino está por encima de todos los reinos humanos, Él gobierna desde el cielo todos los reinos existentes. Aquí en la Tierra, su reinado se instaura en los corazones de sus súbditos quienes le deben ser leales y vivir en esta Tierra bajo los principios de su Reino, de tal manera, que Dios establece su reino en la Tierra a través de sus representantes o colonos, quienes se encargan de ser una influencia en todos los demás reinos existentes en la Tierra. Citó textualmente la explicación del Diccionario Expositivo del Nuevo Testamento VINE:

Basileia (βασιλεία, G932), es primariamente un nombre abstracto, que denota soberanía, poder regio, dominio, p.ej., Apo_17:18, traducido «que reina», lit. «tiene (eco) reino (basileia)», como también se traduce en RV (VM: «tiene el imperio»); luego, por metonimia, un nombre concreto, denotando el territorio o pueblo sobre el que reina un rey (p.ej., Mat_4:8; Mar_3:24). Este término se utiliza especialmente del Reino de Dios y de Cristo.

«El Reino de Dios es: (a) la esfera del gobierno de Dios (Sal_22:28; Sal_145:13; Dan_4:25; Luc_1:52; Rom_13:1-2). No obstante, debido a que esta tierra es la escena de una rebelión universal contra Dios (p.ej., Luc_4:5-6; 1Jn_5:19; Apo_11:15-18), el Reino de Dios es (b) la esfera en la cual, en cualquier momento dado, se reconoce su gobierno. Dios no ha cedido su soberanía frente a la rebelión, sea esta demoníaca o humana, sino que ha declarado su propósito de afirmarla (Dan_2:44; Dan_7:14; 1Co_15:24-25). En el interim, buscando obediencia bien dispuesta, él dio su Ley a una nación y designó reyes para que administraran su Reino sobre dicha nación (1Cr_28:5). Israel, sin embargo, aunque declarando todavía una adhesión nominal, se unió a la rebelión general (Isa_1:2-4), y, después de que hubieran rechazado al Hijo de Dios (Jua_1:11; cf. Mat_21:33-43), fueron «excluidos» (véase Rom_11:15, Rom_11:20, Rom_11:25). Desde entonces Dios llama a los hombres en todos lugares, sin distinción de raza ni de nacionalidad, para que se sometan voluntariamente a su gobierno. Por ello se dice del Reino ahora que es «en misterio» (Mar_4:11), esto es, no se halla dentro del campo de los poderes de observación naturales (Luc_17:20), sino que se discierne espiritualmente (Jua_3:3; cf. 1Co_2:14). Cuando, en el futuro escatológico, Dios afirme su gobierno de una manera universal, entonces el Reino lo será en gloria, esto es, será manifiesto para todos; cf. Mat_25:31-34; Flp_2:9-11; 2Ti_4:1, 2Ti_4:18.

»Así, hablando de una manera general, las referencias al reino caen en dos categorías, la primera, en la que se lo contempla como presente, e involucrando sufrimiento por parte de aquellos que entran en él (2Ts_1:5); la segunda, en la que se lo contempla como futuro y está asociado con recompensas (Mat_25:34), y gloria (Mat_13:43). Véase también Hch_14:22.

»El principio fundamental del Reino es declarado en las palabras del Señor dichas en medio de un grupo de fariseos: «el Reino de Dios está entre vosotros» (Luc_17:21); esto es, allí donde está el Rey, allí está el Reino. Así, en este tiempo presente, y por lo que a esta tierra respecta, el lugar donde el Rey se encuentra y donde se reconoce su gobierno es, primeramente, el corazón del creyente individual (Hch_4:19; Efe_3:17; 1Pe_3:15); y luego en las iglesias de Dios (1Co_12:3, 1Co_12:5, 1Co_12:11; 1Co_14:37); cf. Col_1:27, donde en lugar de «en» se debe leer «entre».

»Y ahora, siendo que el Rey y su gobierno son objeto de rechazo, aquellos que entran en el Reino de Dios entran en conflicto con todos los que rechazan adherirse a él, así como con el deseo de comodidad, y con la aversión al sufrimiento e impopularidad, consustanciales a todos. Por otra parte, los súbditos del Reino son objeto del cuidado de Dios (Mat_6:33), y del Rey rechazado (Heb_13:5).

»La entrada al Reino de Dios es por el nuevo nacimiento (Mat_18:3; Jua_3:5), porque nada que el hombre pueda ser de naturaleza, o que pueda alcanzar por cualquier tipo de cultivo de sí mismo, sirve en el reino espiritual. Y como la nueva naturaleza, recibida por el nuevo nacimiento, se hace evidente en la obediencia, se dice además que solo aquellos que hacen la voluntad de Dios entrarán en su Reino (Mat_7:21), donde, sin embargo, el contexto muestra que la referencia es al futuro, como en 2Pe_1:10-11. Cf. también 1Co_6:9-10; Gál_5:21; Efe_5:5.

»La expresión «Reino de Dios» aparece cuatro veces en Mateo, donde el término usual es «Reino de los Cielos». Este último no aparece en ningún otro lugar del Nuevo Testamento, con la excepción de 2Ti_4:18 : «su Reino celestial». Este reino es idéntico al Reino del Padre (cf. Mat_26:29 con Mar_14:25), y con el Reino del Hijo (cf. Luc_22:30). Así, hay tan solo un reino, descrito de varias maneras; del Hijo del Hombre (Mat_13:41); de Jesús (Apo_1:9); de Cristo Jesús (2Ti_4:1); «de Cristo y de Dios» (Efe_5:5); «de nuestro Señor y de su Cristo» (Apo_11:15); «de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo» (Apo_12:10); «de su amado Hijo» (Col_1:13).

»Con respecto al futuro, el Señor enseñó a sus discípulos a orar así: «Venga tu reino» (Mat_6:10), donde el verbo se halla en tiempo puntual, lo que impide la noción de un progreso y desarrollo gradual, e implicando una catástrofe repentina como se declara en 2Ts_2:8.

»Por lo que respecta al presente, el hecho de que alguien pertenezca al Reino de Dios no se evidencia en la observancia puntillosa de ordenanzas, que son externas y materiales, sino en cosas más profundas del corazón, que son espirituales y esenciales, esto es, «justicia, y paz, y gozo en el Espíritu Santo» (Rom_14:17)» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 68-70).

»Por lo que respecta a las expresiones «el Reino de Dios» y el «Reino de los Cielos», en tanto que a menudo se emplean de una manera indistinta, no sigue de ello que en cada caso signifiquen exactamente lo mismo y que sean totalmente idénticas.

»El apóstol Pablo se refiere a menudo al Reino de Dios, no dispensacionalmente, sino en lo moral (p.ej., Rom_14:17; 1Co_4:20), pero nunca de este modo del Reino de los Cielos. «Dios» no es equivalente a «los cielos». él está en todas partes y por encima de todas las dispensaciones, en tanto que «los cielos» se distinguen de la tierra, hasta que el Reino venga en juicio, poder y gloria (Apo_11:15) cuando el gobierno en los cielos y sobre la tierra vendrán a quedar unificados en uno solo.

»Así, en tanto que la esfera del Reino de Dios y del Reino de los Cielos son en ocasiones idénticas, no se puede, sin embargo, utilizar ambos términos como indiscriminadamente sinónimos. En el «Reino de los Cielos» (32 veces en Mateo), el cielo está en antítesis a la tierra, y la frase se limita al reino en su aspecto terreno para el tiempo presente, y se utiliza solo dispensacionalmente y en relación con Israel. En el «Reino de Dios», en su más amplio aspecto, Dios está en antítesis a «hombre», y el término significa la completa esfera del gobierno y actuación de Dios en relación con el mundo. Tiene un sentido moral y espiritual y es el término genérico para el reino en todo tiempo. El Reino de los Cielos es siempre el Reino de Dios, pero el Reino de Dios no está limitado al Reino de los Cielos, hasta que en su forma final vengan a ser uno y lo mismo; p.ej., Apo_11:15; Jua_3:5; Apo_12:10» (Extracto).