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jueves, 18 de noviembre de 2010

APRENDIENDO A GUERREAR

Texto Base: 1 Juan 1:5-10 y 2:1-2, 14.

Introducción: El tema de la guerra espiritual es fascinante y cautiva los sentidos, el equilibrio (producto de entender correctamente la palabra de Dios) es la clave para dominar este tema.

  1. Características de satanás.
  • Príncipe de los demonios o Beelzebú (Mt. 12:24 y Lc. 11:15).
  • Belial: El impío y perverso por antonomasia. (2 Co. 6:15).
  • Diablo: acusador, calumniador (Lc. 4:2, 13).
  • Engañador: “El que engaña al mundo entero” (Ap. 12:9; 2 Co. 11:14).
  • Dios de este siglo: gobierna sobre las estructuras humanas negadoras de Dios (2 Co. 4:4).
  • El maligno: siendo malo, vive intensamente para hacer mal a los seres humanos (Jn. 17:15; 1 Jn. 5:18).
  • El tentador: empeño en hacer caer a los creyentes en el pecado y el error (1 Ts. 3:5).
  • Gran dragón: la fiera que quiere devorar la obra de Dios (Ap. 12:4, 9).
  • Príncipe de este mundo: Al gobierno de hombres y ángeles que se oponen a Dios. (Jn. 12:31, 16:11).
  • Príncipe de la potestad del aire: gobierno sobre los seres angelicales malignos (Ef. 2:2).
  • Serpiente antigua: fue él quien participó en la caída de Adán y Eva (Gn. 3 y Ap. 12:9).
  • Padre de la mentira. (Jn. 8:44).
  • El enemigo, ladrón, asesino y destructor (Jn. 10:10).

  1. La obra de satanás.
  • Tentar al desobediente (Gn. 3:4).
  • Calumniar a los santos (Job 1:9-11).
  • Causar enfermedades (Job 2:7; Lc. 13:10-16).
  • Oponerse a los justos (Zac. 3:1).
  • Sembrar la cizaña (Mt. 13:38-39).
  • Arruinar el alma y el cuerpo (Lc. 9:42; 13:16).
  • Mentir (Jn. 8:44).
  • Incitar a los hombres al pecado (Hch. 5:3; 2 Co. 12:7; Ef. 2:2; 1 Ts. 2:18).
  • Hacer presa de los hombres (Ap. 2:10).
  • Mantener al incrédulo en oscuridad (Hch. 26:18; 2 Co. 4:3-4).
  • Contender con los santos (Ef. 6:12).
  • Inspirar milagros mentirosos para desviar la fe (2 Ts. 2:9 y He. 2:14).
  • Quitar la palabra de Dios para que no crean (Lc. 8:12).


  1. Formas de trabajo de satanás.
  • Satanás trabaja a través de puertas (es un símbolo que habla acerca de la autoridad o dominio que tienen las personas sobre las áreas de su vida ), estas puertas siempre han sido las mismas desde Génesis hasta nuestros días (Gn. 3:6 y 1 Jn. 2:15-17), (ver tabla anexa).
    1. Los malos deseos del cuerpo o los deseos de la carne.
    2. La codicia de los ojos o los deseos de los ojos.
    3. La arrogancia de la vida o la vanagloria de la vida.
Cuando una (1) de estas puertas se abren satanás encuentra un lugar para empezar a hacer su obra destructora en la vida de las personas, en otras palabras les he otorgado autoridad legal para destruir la vida.
  • Satanás posee una estrategia para abrir estas puertas:
    1. Puede esperar hasta que de manera natural se abra la puerta, es decir, acecha su presa (Mt. 4:2 y 1 P 5:8).
    2. Sino utiliza los siguientes (dardos)(ver gráfico anexo):
      1. Tentación: Influencia (probable) (1 Ped. 5:8).
      2. Acusación: Control (posible) (Hch. 5:3).
      3. Engaño: Posesión (imposible) (1 P. 1:18-19).
    3. Para alcanzar la posesión sobre una vida, satanás abarca las siguientes etapas:
      1. Invasión: Su presencia en el entorno personal.
      2. Opresión: Es la presencia satánica sin estar dentro de la esfera física-espiritual.
      3. Regresión: Una vez cruzada la etapa anterior guía a la persona a pecados para así estar en completa autoridad.
      4. Supresión: La persona comienza a dar vestigio de poca lucidez.
      5. Posesión: Toma absoluto control de la persona

  1. Estado o condición de satanás.
  • Fue expulsado del cielo. (Lc. 10:18).
  • Ha sido juzgado y condenado (Jn. 16:11; Ap. 20:10).
  • Está vencido, derrotado y desarmado (Col. 2:15).

  1. Posición en Cristo Jesús (identidad).
  • Tengo aceptación:
    1. Soy hijo de Dios (Jn. 1:12).
    2. Soy amigo de Dios (Jn. 15:15).
    3. Soy justificado (Ro. 5:1)
    4. Estoy unido con el Señor y soy uno con Él en espíritu (1 Co. 6:17).
    5. Fui comprando por precio de sangre. Pertenezco a Dios (1 Co. 6:20).
    6. Soy miembro del cuerpo de Cristo (1 Co. 12:27).
    7. Soy santo (Ef. 1:1).
    8. Fui adoptado como Hijo de Dios. (Ef. 1:5).
    9. Tengo acceso directo a Dios a través del Espíritu Santo (Ef. 2:18).
    10. Fui redimido y perdonado de todos mis pecados (Col. 1:14).
    11. Estoy completo en Cristo. (Col. 2:10).
  • Tengo seguridad:
    1. Estoy libre de condenación (Ro. 8:1-2).
    2. Estoy seguro de que todo saldrá bien (Ro. 8:28).
    3. Estoy libre de toda condenación en mi contra (Ro. 8:31-34).
    4. Nada pueda separarme del amor de Dios (Ro. 8:35-39).
    5. Fui confirmado, ungido y sellado por Dios (2 Co. 1:21-22).
    6. Estoy escondido con Cristo en Dios (Col. 3:3).
    7. Estoy seguro de que la buena obra que Dios ha comenzado en mí, será perfecta (Fil. 1:6).
    8. Soy ciudadano del cielo (Fil. 3:20).
    9. No tengo un espíritu de temor, sino de poder, amor y dominio propio (2 Tim. 1:7).
    10. Puedo encontrar gracia y misericordia en tiempo de necesidad (He. 4:16).
    11. Soy nacido de Dios y el maligno no puede tocarme (1 Jn. 5:18).
  • Soy importante:
    1. Soy la sal de la tierra y la luz del mundo (Mt. 5:13).
    2. Soy un racimo de la vid verdadera, un canal de su vida (Jn. 15:1-5).
    3. Fui elegido y señalado para llevar fruto (Jn. 15:16).
    4. Soy testigo personal de Cristo (Hch. 1:8).
    5. Soy templo de Dios (1 Co. 3:16).
    6. Soy ministro de reconciliación (2 Co. 5:17-20).
    7. Soy colaborador de Dios (2 Co. 6:1).
    8. Estoy sentado con Cristo en lugares celestiales (Ef. 2:6).
    9. Estoy en la obra de Dios (Ef. 2:10).
    10. Puedo llegar a Dios con libertad y confianza (Ef. 3:12).
    11. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Fil. 4:13).

  1. Armas que tenemos.
    1. Nuestras armas son espirituales, por lo tanto, no las podemos ver, pero las usamos basados en la fe, su efecto es estrictamente espiritual pero lo podemos ver reflejado en el mundo natural.
    2. Como son armas espirituales (provienen de Dios, Dios es Espíritu, Jn. 4:24) y para usarlas debemos desechar todo lo malo (Ro. 13:12).
    3. Estas armas son de justicia tanto ofensivas como defensivas (no debemos ser reactivos sino preactivos) (2 Co. 6:7).
    4. Estas armas no son carnales sino poderosas en Dios (2 Co. 10:4).
¿Cuáles son estas armas?
  • La Palabra de Dios (Mt. 4 y Ef. 6:17)
  • La sangre de Cristo (Ap. 12:11; 1 Jn. 1:7 y 2:13).
  • La oración (Ef. 6:18).
  • La armadura de Dios (Ef. 6:10-18).
  • La sujeción y sumisión a Dios (Stgo. 4:7).

  • Para poder usar las armas tenemos que ponérnoslas (Ef. 6:10, Ro. 13:2 y 1 Ts. 5:8).


  1. Usando la autoridad correctamente.
  • Nuestra autoridad está en Cristo: (Lc. 9:1-2; 10:17) en consecuencia no la podemos ejercer separados de Él (satanás quizo tentar a que Jesús actuará separado del Padre).

  • Tenemos el derecho y la capacidad de establecer el reino de Dios: (Ej: El fiscal de tránsito tiene la autoridad para detener el tráfico mas no tiene la fuerza física para hacerlo). Los cristianos tenemos autoridad (Mt. 28:18-19) y tenemos poder para enfrentar a los demonios (Lc. 10:19-20).

Neil Anderson en su libro “Rompiendo las Cadenas” dice: “Los creyentes tienen la autoridad de hacer la voluntad de Dios debido a su posición en Cristo, y el poder de hacer la voluntad de Dios en la medida que anden en el Espíritu, (Ef. 6:10)” (p. 77).

  • Línea de mando: Jesús es el comandante en Jefe y nos ha conferido autoridad, esa autoridad debemos ejercerla en sujeción a Él (Lc. 10:17, antitesis Hch. 19).

Neil A. (ob. cit.) explica: “¿por qué el reino de las tinieblas ejerce una influencia tan negativa en el mundo y la vida de los cristianos? Porque satanás ha engañado a todo el mundo (Jn. 5:19). Satanás no es igual que Dios en poder; es un enemigo desarmado y derrotado (Col. 2:15). Pero te puede engañar para hacerte creer que tiene más poder y autoridad que tú… has recibido autoridad sobre el reino de las tinieblas, pero si no lo crees ni la ejerces será como si no la tuvieras” (p. 79).

  • Nosotros tenemos ventaja sobre los primeros discípulos, ellos estaban CON Cristo pero nosotros estamos EN Cristo.

  • La profundidad y la anchura de la autoridad: El poder y la autoridad que Dios nos ha otorgado no se compara con nada aquí en la tierra. La obra más grande y poderosa que Dios ha hecho es la resurrección de su Hijo Jesucristo y ese poder que actúo en aquel momento está disponible para nosotros ahora (Ef. 1:15-23).

  • Autoridad conferida: Dios no solamente pensó poner a nuestras disposición esa autoridad sino que efectivamente no las confirió (Ef. 1:19; 2:4-6). Nosotros que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados fuimos resucitados juntamente con Cristo en poder y autoridad sentados en lugares celestiales con Él.

Neil A. (ob. cit.) expresa: “Tu identidad como hijo de Dios y tu autoridad sobre las potestades espirituales no son cosas que vas recibiendo o que recibirás en el futuro; las tienes ahora mismo. Eres hijo de Dios que vive ahora. Estás sentado en los lugares celestiales con Cristo ahora mismo. Tienes poder y autoridad sobre el reino de las tinieblas y de hacer la voluntad de Dios ahora mismo” (p. 83, subrayado mío).


  • Esta autoridad nos fue dada con un propósito (Ef. 3:8-12).

  • Apto para la obra de Dios: Existe cuatro (4) requisitos para usar la autoridad y el poder de Cristo:

  1. CREER: Efesios 1:19 expresa claramente que esta autoridad le fue conferida a los que creemos, de la misma manera que somos hechos hijos de Dios por la fe (Jn. 1:12) así también está autoridad solo puede ser usada si creemos. (Ej.: un fiscal novato que no crea que le fue dada esa autoridad correrá el riesgo de ser atropellado, un fiscal experimentado no le sucederá lo mismo porque él actúa confiado en la autoridad de la cuál está investido para controlar el tránsito).

  1. HUMILDAD:La humildad es la confianza puesta donde corresponde. Al ejercer nuestra autoridad, la humildad consiste en poder la confianza en Cristo quien es la fuente de nuestra autoridad, en vez de ponerla en nosotros mismos” (Neil A., ob cit.). (Fil. 3:3; Jn. 15:5).

  1. OSADÍA: Es una marca que debemos llevar todos los cristianos llenos del Espíritu Santo, debemos ser fuertes y valientes (Hch. 1:8; 4:31, Pr. 28:1 y 2 Ti. 1:7). Los cobardes tienen su destino Ap. 21:6-8.

  1. DEPENDENCIA: Tenemos autoridad para hacer la voluntad de Dios, nada más y nada menos. Nuestro primer llamado es hacer la voluntad de Dios, buscar su reino, establecer su reino. Nuestra autoridad no está para ejercerla sobre otros creyentes (Ef. 5:21) sino para estar sumisos los unos a los otros; debemos aprender a estar sujetos a las autoridades (Ro. 3:1-7; He. 13:17) pero sobre todo a Dios (Stg. 4:7).

  • Que el Señor nos dé entendimiento y sabiduría en todo tiempo y en todo lugar. Dios te bendiga. Amén.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Declaración de Principios: Doctrina, Fe y Ordenanzas de la Comunidad Cristiana El Renuevo Las Buenas Nuevas

Está información está incluida también el manual completo que podrá descargar aquí

ARTÍCULO 52. Con la finalidad de establecer y mantener un lugar permanente de adoración a DIOS TODOPODEROSO, en quien creemos, manifestado en Padre, Hijo y Espíritu Santo, único DIOS verdadero que se ha revelado a sí mismo como creador del cielo y de la tierra, y en JESUCRISTO, en cuya deidad también creemos, unigénito del Padre, autor y consumador de nuestra fe, el cual encomendó a su pueblo al comisión de ir por todo el mundo y predicar su evangelio a toda criatura por todos los medios posibles conocidos y por conocerse; para exaltar al DIOS que, como dicen las Sagradas Escrituras, hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos de humanos, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo, pues Él es quien da vida y aliento a todos y a todas las cosas, el cual da también vida a los muertos y llama a las cosas que no son como si fuesen; a fin de glorificar y alabar a ese Dios…
ARTÍCULO 53: DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS: DOCTRINA Y FE: LA COMUNIDAD CRISTIANA EL RENUEVO “LAS BUENAS NUEVAS” es una iglesia cristocéntrica en su predicación del evangelio, interdenominacional en sus relaciones, apostólica en doctrina y seguidora de las Sagradas Escrituras como expresión de la voluntad de Dios. Basados en ella declaramos que: Creemos que la BIBLIA (ordenada en sesenta y seis libros del canon original) es la palabra revelada por Dios al hombre, inspirada por el Espíritu Santo, la cual hace a éste sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús (2 Ti. 3:15); creemos que el hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza, como ser trino, constituido por espíritu, alma y cuerpo (1 Ts. 5:23), con capacidad para tener comunión personal con Dios, sometiéndolo a ira y condenación (Ro. 5:12); creemos en la deidad de Nuestro Señor Jesucristo, el Salvador, único mediador entre Dios y los hombres (Jn. 1:1 y 1 Ti. 2:5), concebido en María Virgen por obra y gracia del Espíritu Santo (Lc. 1:35), en su muerte expiatoria (1 Jn. 4:10), en su resurrección (Lc. 24:39), en su ascensión a los cielos (Hch. 1:6-11) y que está sentado a la diestra de Dios Padre (He. 1:2); creemos en la segunda venida y el establecimiento de su reinado eterno (Hch. 1:11, 1 Ts. 4:16, 5:23; He. 9:28; Ap. 20); creemos en la salvación por la fe en la obra redentora de Nuestro Señor Jesucristo, por medio su sangre derramada en la cruz del calvario (He. 9:22); creemos en el poder de Dios que nos guarda, y en un andar santo, no conforme al esfuerzo humano, sino conforme al Espíritu (Ro. 8:1 y Jud. 1:24-25); creemos en el bautismo en el Espíritu Santo en y por medio de los creyentes manifestado en los ministerios, dones y frutos del mismo (1 Co. 12:8 y Gá. 5:22-23); creemos en la sanidad divina que se recibe mediante la fe en la obra de redención de Nuestro Señor Jesucristo (1 P. 2:24; Mt. 8:16-17 y Jn. 5:2-9); creemos en la responsabilidad evangelística y misionera de la iglesia (Mr. 16:15-18); creemos en la responsabilidad social de la iglesia (Mt. 25). Asímismo, creemos en la IGLESIA como cuerpo de Cristo y cuya cabeza es Él (Ef. 5:23), la cual constituyen todos los creyentes nacidos de nuevo en Espíritu, que se reúnen en una localidad para la adoración a Dios Todopoderoso, para la edificación de la misma iglesia, para predicar el evangelio de salvación a todos los perdidos y para servir al prójimo mostrando el amor de Cristo (Gá. 6:10; 1 Co. 2:10-16, 12:13; Jn. 4:23-24; Ef. 4:11-16; Mt. 28:19-20; Gá. 5:13-14; Mt. 20:28; 1 Jn. 4:7-8; Fil. 1:8; Ef. 3:19, Ro. 5:8; Jn. 3:16). Y creemos en la salvación del hombre y en su santificación. Dios, en su infinito amor y misericordia, diseñó el plan perfecto para la salvación del hombre de la perdición y del pecado, dándole emancipación espiritual y goce de una vida eterna de comunión renovada con Dios. Este plan de salvación lo cumple a través de Jesucristo Hombre, el Salvador (1 Ti. 1: 15), quien proclamó que su tarea era servir y dar vida para la salvación de muchos (Mt. 18:11; 20:28; Mr. 10:45; Le. 4:18). La salvación se presenta así en un plano cristológico y Jesucristo es el agente de la misma; para ser salvo es necesario volverse a Él, por la fe, esperanza y confesión. Las Sagradas Escrituras destacan que la salvación es gratuita y no la puede merecer ningún hombre por sus buenas obras ni por cumplimiento de rituales o sacrificio alguno (Gá. 2:21; 3: 11). Todo es de gracia (Ef 2:4-10); la conversión que produce la salvación en el individuo la opera el Espíritu Santo de Dios (Ro. 8) y es un cambio de vida tan radical como de la noche al día (2 Ti. 1:10; 1 P. 2:9). El hombre pecador puede valerse de la Salvación únicamente identificándose por la fe en Jesucristo, el Cordero de Dios, que expió la culpa del mundo y quien por su muerte y resurrección se califica como único salvador y mediador del pacto entre Dios y la humanidad (1 Ti. 2:5). La santificación es a la vez algo que Jesucristo adquirió para siempre para el creyente y un llamado a la santidad (He. 10:10-14; 12:14). Jesucristo es el sumo sacrificio, que se santifica a sí mismo y santifica a los suyos (He. 13:2; Jn. 17:17), separándolos y adquiriéndolos para Dios por su muerte y capacitándolos para un culto nuevo y espiritual por medio de Él y para una nueva vida de santidad (He. 2:17; 9:13; 13:12-16). Una vez más lo decimos: Jesucristo ha santificado a los creyentes por su obra y son por tanto santos (1 Co. 1:2; 1 P. 1:2; 1 Co. 7:14). La voluntad de Dios es nuestra santificación (1 Ts. 4:3), es decir, que somos conformados a la imagen de Cristo (2 Co. 3:17-18); esto demanda un esfuerzo del creyente (2 Co. 7:1; He. 12:13; 1 Jn. 3:3) en una lucha permanente (Ro. 5:16-26), pero que debe ser reconocida como obra de Dios (1 Ts. 5:23-24), quien la perfeccionará.
ARTICULO 54. ORDENANZAS: Las ordenanzas a cuya obediencia queda sujeta la Iglesia Comunidad Cristiana El Renuevo "Las Buenas Nuevas" son: EL BAUTISMO en agua por inmersión, realizado en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, para todos aquellos que se arrepienten y creen en Jesucristo como su Señor y Salvador, quien hace todas las cosas nuevas porque en Él somos nacidos de nuevo, como testimonio al mundo de que el creyente ha muerto juntamente con Cristo y juntamente con Él se ha levantado en una vida nueva y eterna (Mt. 28:19; Mr. 16:16; Hch. 10:47-48; Ro. 6:4). LA CENA DEL SEÑOR, institución ofrendada en conmemoración del sufrimiento y muerte de cruz de Nuestro Señor Jesucristo, para anunciar así su gloria hasta su venida segunda, observando para ello lo que nos enseñan las Sagradas Escrituras sobre la utilización de los elementos de la tradición, el pan sin levadura y el fruto de la vid, y cuidando no tomar de la cena indignamente. Se realizará cada vez que fuere anunciada por el Pastor Principal (Lc. 22:19-20; 1 Co. 11:23-33).

Definición de Doctrina (Una Aproximación)

Esta definición fue la que incluí en el Manual de Doctrina que redacto para la clase de Perspectiva de Vida de la Comunidad Cristiana El Renuevo Las Buenas Nuevas y la quiero compartir aquí.

¿Qué es una doctrina?, empecemos por definir éste concepto, es importante conocer de qué estamos hablando, es relevante manejar los términos, la comunicación se basa en transmitir con palabras comprensibles nuestras ideas de tal manera que el oyente pueda interpretar correctamente el mensaje, de nosotros depende que el mensaje llegue correctamente al oyente (1ª Co.14:9-11). Es por ello que vamos a empezar definiendo el término doctrina en el castellano:
Según el diccionario Larousse doctrina, “es el conjunto de las opiniones de una escuela literaria o filosófica o de los dogmas de una religión”.
¿Qué es un dogma?: Es un punto fundamental de doctrina religiosa o filosófica. (ibidem).
Entonces podríamos decir que una doctrina bíblica es el conjunto de opiniones o versículos referidos a un tema específico, el cual se llama doctrina. El término doctrina viene del griego didaque (διδαχη) que denota enseñanza, bien: (a) aquello que se enseña (p.ej., Mat. 7:28 «doctrina»; Tito 1:9 «conforme os ha sido enseñada», RV: «conforme a la doctrina»; Apoc. 2:14-15,25: «doctrina»), o (b) el acto de enseñar, de dar instrucción (p.ej., Mc. 4:2: «doctrina»); la tiene «enseñanza» en Hch. 17:19 (RV: «doctrina»).
¿Por qué es importante conocer la doctrina?: Fundamentalmente para evitar los errores, porque a través de ellas conocemos a Dios, al hombre, la creación y las criaturas logrando una mayor y mejor comprensión de nuestro mundo, del universo y de las diferentes edades o eras que vive el hombre. (Efesios 4:11-16; Hebreos 13:9).
También es necesario estudiar las doctrinas, porque todo aquel que quiere hacer la voluntad de Dios debe reconocer que la doctrina de nuestro Señor es la correcta (Juan 7:16-18).
Al momento de estudiar las doctrinas debemos tomar en cuenta que uno solo es nuestro maestro (Mateo 23:8) y uno solo nos puede guiar a la verdad (Juan 16:13).

viernes, 14 de mayo de 2010

El Galardón del Ayuno


Quiero concluir este estudio dando buenas noticias como las he dado desde el principio, pero especialmente ¿cuál es el resultado espiritual que trae el ayuno a tu vida?. Fíjate:

“Si así procedes, tu luz despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el camino, y la gloria del Señor te seguirá”. (Isaías 58:8).

Luz: La luz es el primer galardón de Dios para un ayuno hecho de manera aceptable. Tú quieres y necesitas luz, tanto natural como espiritualmente. No puedes orar correctamente sin la luz de humildad de la Palabra revelada de Dios.

Sanar: El apóstol Juan escribió en su tercera epístola diciendo “Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente” (3ª Juan 1:2). La salud física no es la única clase de salud. A veces por ejemplo te ves afligido por un corazón desmayado; o por una voluntad difícil que quiere darse por vencida y dejar de servir a Dios; o es tal vez una mente enferma que te hace imposible el pensar con claridad.

Rectitud: Este grado particular de justicia proviene de dar limosnas, que proceden de lo que ha sido ahorrado cuando ayunas, porque al ayunar no necesitas comprar comida.

Gloria: Además de darnos luz, salud (tanto interna como externa), y un poderoso escudo protector de justicia que va delante de ti, Dios promete una gloriosa protección para la retaguardia o las espaldas. La gloria protectora para tu retaguardia proviene de la gloria de la propia espalda de Dios. Moisés tuvo el privilegio de contemplar esta porción de la gloria del Señor, y su intensidad hizo que la misma piel de su rostro brillara irradiando rayos de luz, o cuernos de luz, causando temor y respeto reverencial en los corazones de la gente.

CONCLUSIÓN.

  • Asegúrate que el ayuno es dirigido por Dios. Rom. 8:14.
  • Debes sujetar tu cuerpo a la subordinación de Dios. 1ª Corintios 9:27.
  • ¿Estas ayunando por el Señor? Zacarías 7:5.
  • El ayuno debe ser parte integral del ministerio. Hechos 13:2.
  • Debes ayunar por las necesidades de otros. Esdras 10:6.
  • Entiende el correcto significado del ayuno, Isaías 58:3-7.
  • El ayuno te guía hacia el arrepentimiento. Joel 1:13.
  • Tu ayuno debe ser de gozo. Zacarías 8:19.
  • La adoración y el ayuno traen dirección. Hechos 13:2-3.
  • El ayuno acompaña tusúplica. 2ª Samuel 12:16.
  • Dios oye a aquellos que ayunan y oran. Nehemías 1:3-11.
  • Una mujer que ayunaba fue quien profetizó acerca de la redención traída por Cristo. Lucas 2:38.
  • El ayuno debe llevarse con el propósito correcto. Hechos 23:12-13.
  • El ayuno es la clave para obtener resultados en oración a Dios. Hechos 10:30
Dios te bendiga, espero hayas disfrutado este estudio. Seguiré escribiendo temas que sean de interés para el pueblo de Dios.

El Verdadero Ayuno, lo Espiritual V


Quiero continuar añadiendo a esta enseñanza, hablando del poder espiritual que se desprenden de un ayuno verdaderamente guiado por Dios, ¿realmente vale la pena ayunar? piensa en lo siguiente:

El Ayuno Correctamente Motivado (Aceptable ante Dios)

Debes ayunar para agradar al Señor si quieres tener poder en Él, y que tu voz sean oída en lo alto. Tus motivos deben ser correctos. A continuación verás cuales son estos motivos:

“El ayuno que a mi me agrada consiste en esto: en que rompas las cadenas de la injusticia y que desates los nudos que aprietan el yugo; en que dejes libres a los oprimidos y acabes al fin con toda tiranía; en que compartas tu pan con el hambriento y recibas en tu casa al pobre sin techo; en que vistas al que no tiene ropa y no dejes de socorrer a tus semejantes”. (Isaías 58:6-7).

Desatar las ligaduras de impiedad y compartir el pan con el hambriento: Las cadenas de injusticia son las ataduras del amor egoísta por el placer. Esto es una verdadera esclavitud porque las ligaduras del amor por el placer te atan a todo lo que es egoísta, hasta llegar a la exclusión del interés por Dios y por los demás. Al buscar tu propia satisfacción, te olvidas de las necesidades de otros seres humanos en derredor tuyo. Evidentemente el compartir el pan se refiere tanto al lado natural como el espiritual.

Tan solo una palabra hablada con la sinceridad del corazón tiene poder para levantar a una persona del abatimiento que causan la soledad y el desaliento. Aún después de que esa persona se ha retirado, ese pan sigue sosteniéndola y fortaleciéndola.

Deshacer los nudos que aprietan el yugo y recibir al pobre en tu casa: Tu propia contienda es una carga bastante pesada, pero tener que cargar con el espíritu de contención de otros, es casi más de lo que el alma puede soportar. En tanto que el espíritu contencioso te siga empujando para contender en la obtención de superioridad y reconocimiento personal no pondras atención ni al pobre ni al necesitado.

La pobreza no está limitada al ámbito físico y de hecho la peor clase de pobreza es la espiritual. Aunque comparando con lo que deberías tener en Dios, todos somos espiritualmente pobres, sin embargo, hay quienes son todavía más pobres que tu. Pero que triste es ver al pueblo de Dios cargando con el espíritu de contención que los mantiene luchando continuamente por obtener más exaltación, mayores bendiciones, mayor bien, en lugar de compartir lo poco o mucho que tienen con los pobres.

Dejar ir libres a los quebrantados y cubrir a los desnudos: El ser más quebrantado y oprimido que conoces es el hombre espiritual dentro de ti, y no hay nada que oprima y quebrante más que el espíritu de debate que estaba motivando el ayuno de Israel. Debes liberar al quebrantado hombre espiritual y dejarlo salir libre. Haces esto mortificando al hombre carnal, que lucha y codicia contra el hombre espiritual. Dado que tu hombre espiritual y tu hombre carnal comparten el mismo cuerpo físico, la carne tiene acceso mental a la Palabra de Dios revelada cuando esta llega a tu hombre espiritual. En lugar de utilizar la Palabra de Dios para cubrir y vestir a los demás con la verdad, el espíritu de debate usa el conocimiento para descubrir y exponer la desnudez espiritual de otros.

Romper todo yugo y no escondernos de nuestra propia carne: Este motivo es todo un contraste con la orgullosa voluntad de Israel, que los llevó a ayunar para herir con el puño inicuamente.

El orgullo es un yugo poderoso, que te impulsa a herir a otros con el puño de la iniquidad. También hace que te escondas de tu propia carne, y que tercamente rehuses reconocer la realidad de la presencia del orgullo en sus muchas formas de maldad. Dios manda romper el yugo del orgullo, y la manera de lograrlo es mediante el ayuno sincero y la mortificación de la carne.

Como puedes ver, el principal motivo del ayuno es obrar un cambio en ti, pero esto tiene su recompensa, cuando ayunas correctamente Dios es fiel y te bendice. Dios te bendiga, lee el final de este estudio.

El Verdadero Ayuno, lo Espiritual IV


Continuando con este estudio, quiero acotar lo que no se debe hacer en el ayuno, el ayuno ciertamente desata el poder de Dios. Tienes un verdadero poder con Dios cuando ayunas si estas siguiendo Sus mandamientos. Sin embargo debes recordar que tu experiencia del ayuno no tendrá el poder espiritual que Dios intenta darte, a menos que estés bien fundado en la preparación apropiada, la cual incluye el hecho de ser guiados por el Espíritu Santo.
Antes de estudiar cual es poder o galardón del ayuno, necesitas saber cual es el ayuno correcto y el incorrecto.

El Ayuno con Motivo Incorrecto (No Aceptable ante Dios)

Es posible ayunar con un motivo incorrecto, de manera que es conveniente examinar lo que Dios tuvo que decir sobre el ayuno erróneamente motivado de Israel.

En lugar de ser guiado por el Espíritu Santo de Dios, el ayuno de Israel había sido motivado por los deseos del orgullo carnal. Dios quien nunca hace acusaciones falsas porque Su omnisciencia discierne los motivos del corazón, acusó a Israel de estar ayunando para obtener placer, para contención, para debates y para herir.

Ayunar para obtener placer: La razón por la que a Dios le desagradaban los ayunos de Israel, era que en lugar de ayunar para mortificar su carne, ayunaban porque estaban enamorados del placer de los bienes materiales. Aunque los israelitas exteriormente cumplían con el rito del ayuno y aparentemente estaban afligiendo sus almas, realmente estaban llenando sus ayunos con los placeres de sus propios pensamientos y voluntades de cómo obtener mayores bienes materiales.
“Y sin embargo, dicen: ¿Para qué ayunar, si Dios no lo ve? ¿Para qué sacrificarnos si él no se da cuenta? El día de ayuno lo dedican ustedes a hacer negocios y a explotar a sus trabajadores; el día de ayuno lo pasan en contiendas y debates y golpean con maldad. Un día de ayuno así, no puede lograr que yo escuche sus oraciones” (Isaías 58:3,4, Dios Habla Hoy).
Tú también estas tentado a llenar tus ayunos con actividades placenteras para que el tiempo se vaya más rápido. Sufres menos durante un ayuno si tu mente y cuerpo están ocupados con otras cosas, como ir de compras o dar un paseo.

Ayunar para contención: La segunda razón para el desagrado de Dios por los ayunos de Israel, fue que en lugar de ayunar para incrementar su poder de oración con Dios, estaban motivados por un espíritu de contienda. “Ustedes solo ayunan para pelear y reñir…” Isaías 58:4

En este texto se usa la palabra hebrea contienda que significa una competencia, contención, controversia, regañar, quejarse, sacudir, estar peleado, reprender. Algunas veces también tú deseas recibir conocimiento y dones espirituales del Señor Jesucristo, no porque quieras ser como Él en su naturaleza humilde, sino porque quieres el poder de la exaltación que dan este conocimiento y dones sobre la gente.

Ayunar para debates: La tercera razón para el desagrado de Dios sobre los ayunos de Israel era que, en lugar de desear una mayor revelación de la Palabra de Dios a fin de poder obedecerla personalmente, estaban motivados por el deseo de obtener más conocimiento en la Palabra a fin de usarla para fortalecer su poder de debate.

Ayunar para herir: La cuarta razón por la que a Dios le desagradó el ayuno de Israel fue que en lugar de ayunar para encontrar descanso físico, mental y espiritual, estaban motivados por el deseo de herir a otros con el puño de la iniquidad a fin de obtener bienes materiales.

Israel estaba ayunando solo en el sentido externo; estaban afligiendo sus almas en lugar de permitir que fuera el Señor quien lo hiciera. Inclinaban sus cabezas exteriormente como si estuvieran sintiendo una profunda tristeza, pero interiormente no había verdadera humildad ni arrepentimiento en su corazón.

“¿Acaso el ayuno que he escogido es sólo un día para que el hombre se mortifique? ¿Y sólo para que incline la cabeza como un junco, haga duelo y se cubra de ceniza? ¿A eso llaman ustedes día de ayuno y el día aceptable al Señor?” (Isaías 58:5)

Hay quienes utilizan el capítulo 58 de Isaías para tratar de probar que no es necesario el ayuno, y todo lo que logran probar es su falta de entendimiento acerca de lo que el Señor estaba reprobando en Israel en esta ocasión. Dios estaba corrigiendo los motivos del ayuno, y no el ayuno en sí. De hecho, Dios no se detiene ahí, sino que una vez revelado los motivos erróneos del ayuno de los israelitas, prosiguió revelando cual es el ayuno correctamente motivado.

Ahora bien, te preguntar ¿cuáles son los motivos correctos para ayunar? Lo puedes ver en el próximo artículo. Dios te bendiga.

El Verdadero Ayuno, lo Espiritual III


Continuo describiendo otros propósitos por los cuales ayunaron el pueblo de Dios en la Biblia.

Ayunar para Hallar Reposo (Físico, Mental y Espiritual).

El cuarto propósito de Dios para guiarte al ayuno, es darte completo descanso para el cuerpo, el alma, el espíritu, el corazón y la voluntad. Este tipo de ayuno está ilustrado por el ayuno hecho por Israel en el Día de la Expiación:

“«Éste será para ustedes un estatuto perpetuo, tanto para el nativo como para el extranjero: El día diez del mes séptimo ayunarán y no realizarán ningún tipo de trabajo. En dicho día se hará propiciación por ustedes para purificarlos, y delante del Señor serán purificados de todos sus pecados. Será para ustedes un día de completo reposo, en el cual ayunarán. Es un estatuto perpetuo. La propiciación la realizará el sacerdote que haya sido ungido y ordenado como sucesor de su padre. Se pondrá las vestiduras sagradas de lino, y hará propiciación por el lugar santísimo, por la Tienda de reunión y por el altar. También hará propiciación por toda la comunidad allí reunida. Éste les será un estatuto perpetúo: Una vez al año se deberá hacer propiciación por todos los israelitas a causa de todos sus pecados». Y se hizo como el Señor se lo había mandado a Moisés”. (Levítico 16:29-34).
En esta porción de la palabra se utiliza el término afligir en hebreo que significa castigar y derribar a golpes. El ayuno trae aflicción porque hace desfallecer de hambre al espíritu vital del alma del hombre; la empobrece al negarle el alimento que necesita para su existencia. El abstenerse de comida es un procedimiento doloroso para el alma. La oración y el ayuno en el Día de Expiación daban a Israel un nacimiento nuevo y fresco, el divino descanso en la gracia del Todopoderoso.

Ayuno en tiempos de Crisis.

En el Antiguo Testamento te encuentras una historia fascinante de Ester, quien sufría al saber que Amán, el Primer Ministro de la región, tenía como propósito la destrucción de la raza Judía de Babilonia. Aman tenía planeado matar al tío de Ester, Mardoqueo (un Judío), colgándolo públicamente.

Ester le solicitó a su tío Mardoqueo: “Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí. Durante tres días no coman ni beban, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentará ante el rey, porque más que vaya en contra de la ley. ¡Y si perezco, que perezca! (Ester 4:16)

Como resultado del ayuno de tres días, la vida de Mardoqueo y de los judíos fue salvada, porque Dios atendió a sus ruegos y obró a favor de su pueblo (Ester 7:10).

Ayuno para Liberación.

El libro de Jueces contiene una historia dramática de cuando Israel se enfrenta en batalla contra la tribu de Benjamín pues habían caído en pecado. Dios convoco a su pueblo a luchar contra esta tribu en particular. En dos de las batallas, Israel perdió a cerca de 40,000 hombres (Jueces 20:18-25). Sin embargo habían descuidado una parte de sus oraciones durante las primeras batallas. No habían ayunado. La Palabra te confirma lo que sucedió después: “Entonces los israelitas, con todo el pueblo, subieron a Betel, y allí se sentaron y lloraron en presencia del Señor. Ayunaron aquel día hasta el anochecer y presentaron al Señor holocaustos y sacrificios de paz” (Jueces 20:26).

En los primeros dos intentos, los Israelíes trataron de ganar la batalla por si mismos y perdieron. Después ayunaron, Dios ganó la batalla por ellos. (Jueces 20:35).

El Ayuno como Libertad contra el Juicio.

Los principios de Dios acerca de llevar a cabo sus ordenanzas son universales. Hay ejemplos en las Escrituras cuando hasta los pecadores eran perdonados porque habían seguido los mandamientos de Dios. El rey Acab, esposo de Jezabel es un perfecto ejemplo. Dios le hizo saber a este hombre que estaba furioso contra él. Y esto fue lo que aconteció: “Cuando Acab escuchó estas palabras, se rasgó las vestiduras, se vistió de luto y ayunó. Dormía vestido así, y andaba deprimido. Entonces la palabra del Señor vino a Elías el tisbita y le dio este mensaje: «¿Has notado cómo Acab se ha humillado ante mí? Por cuanto se ha humillado, no enviaré esta desgracia mientras él viva, sino que la enviaré a su familia durante el reinado de su hijo”. (1ª Reyes 21:27-29).

El ayuno levantó el juicio contra la vida de Acab.

El Ayuno para Sanidad.

Nutriólogos han descubierto que el ayuno es una forma excelente para deshacernos de toxinas contenidas en el cuerpo.

En la Biblia leemos acerca de un Amalecita que ayunó por tres días consecutivos y fue sanado, “Los hombres de David se encontraron en el campo con un egipcio, y se lo llevaron a David. Le dieron de comer y de beber, y le ofrecieron una torta de higo y dos tortas de uvas pasas, pues hacía tres días y tres noches que no había comido nada. En cuanto el egipcio comió, recobró las fuerzas”. (1ª Samuel 30:11-12).

Sería muy fácil concluir que fue la comida quien lo sanó, sin embargo, se piensa que fue el ayuno que contribuyó a la recuperación de su salud.

El Ayuno para Dominio.

Ayunos bíblicos fueron establecidos por el Señor para establecer el dominio de Dios, El primer Adán perdió dominio cuando comió lo que le había sido prohibido y el Segundo Adán ganó dominio cuando El no comió. Jesús fue: “llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el Diablo...” (Lucas 4:1-2).

Debes entender que no fue necesario para Jesús, como hijo de Dios el tener que ayunar para obtener el poder de Dios en Su vida. Pero como hombre, él sabia que tenia que poner su aspecto carnal en sumisión, de tal manera que el poder de Dios fuera manifestó en Él. “Jesús regregó a Galilea en el poder del Espíritu, y se extendió su fama por toda aquella región”. (Lucas 4:14) también pudo Jesús declarar: “El Espíritu del Señor está sobre mi...” (Lucas 4:18).

Aquí concluyo los motivos de ayunar, pero todavía hay más acerca del ayuno. Dios te bendiga.

jueves, 29 de abril de 2010

El Verdadero Ayuno, lo Espiritual II

Voy a describir algunos propósitos que muestra la Biblia por lo cual ayunaron los hombres, mujeres y pueblos, incluso los animales.

Ayunar para la Mortificación de la Carne.

La mortificación de la carne corrupta es el primer y más grande de los propósitos de Dios cuando te lleva a un tiempo de ayuno. La palabra mortificar significa matar, destruir, castigar, humillar, controlar. Dios te guía a ayunar porque sabe que esta es la forma de humillar la carne y traerla bajo el control del hombre espiritual.

Hay actitudes en ti que no pueden salir de otra manera, el ayuno tiene tremendo poder de mortificación sobre la carne y va a romper muchas de sus concupiscencias. Solamente cuando estas reducidos a tal estado de miseria inútil, podrás realmente evaluarte a ti mismo.

Tienes que ayunar si quieres alcanzar la madurez espiritual en Jesucristo, y tener la capacidad de ayudar a otros.

La Biblia da otras muchas referencias de cómo el ayuno mortifica la carne, y como Dios responde a la humillación de aquel que ayuna como muestra exterior del arrepentimiento interno (Joel 2:12-13, 1° Reyes 21:27-29, 1° Samuel 7:4-6, Jueces 20:26-28).

Ayunar para Incrementar el Poder en la Oración.

El segundo propósito de Dios para guiarte a ayunar es el de incrementar el poder de tu espíritu en la oración. Cuando tu oración está acompañada del ayuno esta tiene una intensidad de poder que no tiene por si sola. La oración y el ayuno tocan a Dios en una manera muy especial. Un ejemplo de está en el libro de Jonás.

"Y los ninivitas le creyeron a Dios, proclamaron ayuno y, desde el mayor hasta el menor, se vistieron de luto en señal de arrepentimiento. Cuando el rey de Nínive se enteró del mensaje, se levantó de su trono, se quitó su manto real, hizo duelo y se cubrió de ceniza. Luego mandó que se pregonara e Nínive: «Por decreto del rey de su corte: Ninguna persona o animal, ni ganado lanar o vacuno, probará alimento alguno, ni tampoco pastará ni beberá agua. Al contrario, el rey ordena que toda persona, junto con sus animales, haga duelo y clame a Dios con todas sus fuerzas. Ordena así mismo que cada uno se convierta de su mal camino y de sus hechos violentos. ¡Quien sabe! Tal vez Dios cambie de parecer, y aplaque el ardor de su ira, y no perezcamos». Al ver Dios lo que hicieron, es decir, que se habían convertido de su mal camino, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción que les había anunciado”. (Jonás 3:5-10).


El poder de la oración humilde que adquirieron los habitantes de Nínive al vestirse de saco, de sentarse sobre cenizas, y de sus ayunos fue suficientemente grande para cambiar el parecer de Dios y evitar que Nínive fuera destruida en esta ocasión. Dios vio sus forma de humillación y pesar por sus pecados, y vio a las bestias añadiendo dolor y aflicción por sus dueños. Dios vio la proclamación del rey, la autoridad real, demandando que las ganancias adquiridas mediante la rapiña y la violencia fueran restauradas. Dios vio las obras que acompañaron a sus ayunos y oraciones como prueba de su arrepentimiento interior.

Ayunar para la Revelación de la Palabra de Dios.

El tercer propósito que Dios tiene para guiarte al ayuno es que Él pueda revelarte más de Su Palabra. Cuando estas intrigado por alguna porción de la palabra de Dios debes ayunar por la misma, y tarde o temprano Dios hará brillar su poderosa luz sobre aquella porción y hará que la verdad se levante en revelación de su estatura y esplendor.

El Señor es el mismo ayer, hoy y por siempre, por tanto puedes esperar que siga actuando con los mismos principios. Daniel es un ejemplo de la revelación de la Palabra por el ayuno:

“Corría el primer año del reinado de Darío hijo de Jerjes, un medo que llegó a ser rey de los babilonios, cuando yo, Daniel, logré entender ese pasaje de las Escrituras donde el Señor le comunicó al profeta Jeremías que la desolación de Jerusalén duraría setenta años. Entonces me puse a orar y a dirigir mis súplicas al Señor mi Dios. Además de orar, ayuné y me vestí de luto y me senté sobre cenizas". (Daniel 9:1-3).


Después de clamar y ayunar por la revelación de que sucedería con su pueblo, Daniel experimento la revelación por boca del ángel Gabriel:

“Se acercaba la hora del sacrificio vespertino. Y mientras yo seguía orando, el ángel Gabriel, a quien había visto en mi visión anterior, vino en raudo vuelo a verme y me hizo la siguiente aclaración: «Daniel, he venido en este momento para que entiendas todo con claridad. Tan pronto como empezaste a orar, Dios contestó tu oración. He venido a decírtelo porque tú eres muy apreciado. Presta, pues, atención a mis palabras, para que entiendas la visión”. (Daniel 9:21-23)


El ayuno humilla el alma; es una forma de afligirte ante Dios. No hay ninguna razón para tener miedo de ir al lugar bajo, porque puedes confiar en las leyes espirituales de Dios. Dios se ha obligado a Si Mismo a levantar a aquellos que se humillan ante Él. Dios te bendiga, sigue este estudio y descubre los otros propósitos por los cuales ayunar.


El Amor es Primero, Parte IV


Continuando con el estudio del amor, transcribo textualmente la información referida al amor que aparece en Barclay.

"No sería cierto si dijéramos que en el NT se usan nada más que agape y agapan para expresar el amor cristiano. Algunas veces se utiliza también philein, como en los casos siguientes: para indicar la clase de amor que el Padre tiene al Hijo (Jn. 5:20); para denotar el amor de Dios a los hombres (Jn. 16:27) y para expresar la devoción que los hombres deben tener a Jesús (1 Cor. 16:22). Pero philein se encuentra en el NT relativamente poco en comparación con agape, que aparece casi ciento veinte veces, y con agapan, que se emplea más de ciento treinta. Antes de estudiar detenidamente el uso que se hace de estas palabras, hay algo en torno a ellas y a su significado que hemos de tener en cuenta. ¿Por qué la forma cristiana de expresión se desentendió de las otras palabras griegas que significan amor y se centró en éstas?
Evidentemente, las otras palabras habían adquirido ciertos matices que las hacían inadecuadas. Eros se asociaba definitivamente con el lado más vulgar del amor; tenía que ver mucho más con la pasión que con el amor. Storge estaba muy vinculada al afecto familiar, pero nunca tuvo en sí la amplitud que la concepción del amor cristiano exige.
Philia era una palabra agradable, pero fundamentalmente denotaba calidez, intimidad y afecto. Podía usarse adecuadamente tan sólo respecto de nuestros allegados más amados, y el cristianismo necesitaba una palabra que incluyera mucho más. El pensamiento cristiano se fijó en agape porque era la única palabra capaz de abarcar el contenido necesario; porque agape demanda el concurso del hombre como un todo.
El amor cristiano no alcanza únicamente a nuestros parientes, a nuestros amigos más íntimos y, en general, a todos los que nos aman; el amor cristiano se extiende hasta el prójimo, sea amigo o enemigo, y hasta el mundo entero.
Por otra parte, todas las palabras ordinarias que significan amor expresan una emoción. Son palabras que se refieren al corazón y que ponen de manifiesto una experiencia que nos coge de improviso, sin buscarla, casi inevitablemente. No podemos impedir amar a nuestros parientes (la sangre tira) y a nuestros amigos. El enamorarse no es ninguna proeza; es algo que nos sucede y que no podemos evitar. No hay ninguna virtud particular en el hecho de enamorarse, pues, para ello, poco o nada consciente tenemos que hacer. Simplemente, sucede. Pero agape implica mucho más. Agape tiene que ver con la mente. No es una mera emoción que se desata espontáneamente en nuestros corazones, sino un principio por el cual vivimos deliberadamente. Agape se relaciona íntimamente con la voluntad. Es una conquista, una victoria, una proeza. Nadie amó jamás a sus enemigos; pero al llegar a hacerlo es una auténtica conquista de todas nuestras inclinaciones naturales y emocionales.
Este agape, este amor cristiano, no es una simple experiencia emocional que nos venga espontáneamente; es un principio deliberado de la mente, una conquista deliberada, una proeza de la voluntad. Es la facultad de amar lo que no es amable, de amar a la gente que no nos gusta. El cristianismo no nos pide que amemos a nuestros enemigos, y a los hombres en general, de la misma forma que amamos a nuestros familiares y amigos íntimos porque eso seria a la vez imposible y erróneo. Pero sí demanda que tengamos en todo tiempo una cierta actitud mental y una cierta inclinación benevolente hacia los demás sin importarnos su condición.
¿Cuál es, pues, el significado de agape? El supremo pasaje para interpretarlo es Mateo 5:43-48. Ahí se nos manda amar a nuestros enemigos. ¿Para qué? Para que seamos como Dios, que hace caer su lluvia sobre justos e injustos, sobre buenos y malos. Es decir, al margen de cómo un hombre sea, Dios no procura para él sino su mayor bien. Eso es agape, el espíritu que dice: "Sin importarme lo que un hombre, santo o pecador, me haga, nunca procuraré perjudicarlo ni vengarme. Jamás buscaré para él otra cosa que no sea lo mejor." Es decir, amor cristiano, agape, es benevolencia insuperable, bondad invencible. Como ya hemos dicho, agape no es meramente una ola de emoción; es una deliberada convicción que resulta en una deliberada norma de vida. Es una proeza, una victoria, una conquista de la voluntad. Agape apela a todo el hombre para realizarse; no sólo toma su corazón, sino también su mente y su voluntad".

Como lo explica el autor, da un entendimiento mayor al mandamiento de Dios, es decir, Dios nos da la orden de amarlo, amar a nuestro prójimo, amar a nuestros enemigos y la única forma de hacerlo es basarnos en una decisión de la voluntad, porque amar a Dios involucra obedecer sus mandamientos y hay ocasiones cuando esto se hace muy difícil, sólo con la determinación de la voluntad rendida a Él puedes seguirlo en todo tiempo, en todo lugar, en toda circunstancia. Dios te bendiga.

viernes, 23 de abril de 2010

El Verdadero Ayuno, lo Espiritual I


Quiero iniciar esta parte del estudio escribiendo lo que dice el libro de Isaías referente al ayuno:


58¡Grita con toda tu fuerza, no te reprimas! Alza tu voz como trompeta. Denúnciale a mi pueblo sus rebeldías; sus pecados a los descendientes de Jacob. 2Porque día tras día me buscan, y desean conocer mis caminos, como si fueran una nación que practicara la justicia, como si no hubieran abandonado mis mandamientos. Me piden decisiones justas, y desean acercarse a mí, 3y hasta me reclaman: “¿Para que ayunamos, si no lo tomas en cuenta? ¿Para qué nos afligimos, si tú no lo notas?” «Pero el día en que ustedes ayunan, hacen negocios y explotan a sus obreros. 4Ustedes sólo ayunan para pelear y reñir, y darse puñetazos a mansalva. Si quieren que el cielo atienda sus ruegos, ¡ayunen, pero no como ahora lo hacen! 5¿Acaso el ayuno que he escogido es sólo un día para que el hombre se mortifique? ¿Y sólo para que incline la cabeza como un junco, haga duelo y se cubra de ceniza? ¿A eso llaman ustedes día de ayuno y el día aceptable al Señor?» 6«El ayuno que he escogido, ¿no es más bien romper las cadenas de injusticia y desatar las correas del yugo, poner en libertad a los oprimidos y romper toda atadura? 7¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no dejar de lado a tus semejantes?» 8Si así procedes, tu luz despuntará como la aurora, y al instante llegará tu sanidad; tu justicia te abrirá el camino, y la gloria del Señor te seguirá. 9Llamarás, y el Señor responderá; pedirás ayuda, y él dirá: “¡Aquí estoy!” «Si desechas el yugo de opresión, el dedo acusador y la lengua maliciosa, 10si te dedicas a ayudar a los hambrientos y saciar la necesidad del desvalido, entonces brillará tu luz en las tinieblas, y como el mediodía será tu noche. 11El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan. 12Tú pueblo reconstruirá las ruinas antiguas y levantará los cimientos de antaño; serás llamado “reparador de muros derruidos”, “restaurador de calles transitables”». (Isaías).


Estaré refiriéndome a esta cita bíblica y otras más a lo largo del estudio, primero voy a empezar con definir el ayuno, ayunar es empobrecer el alma, rehusar su subsistencia por medio de abstenerse de alimento. El ayuno en las Escrituras descansa sobre la verdadera auto-humillación y penitencia. El ayuno es el método de Dios para subyugar el alma carnal bajo la soberanía de Su Espíritu. El ayuno es un acto de expresar y demostrar pena por el pecado, es una expresión externa de la pena y dolor interno por el pecado.

El abstenerte del pan de cada día es la forma en que le demuestras a Dios que estas conscientes de que no mereces nada, ni siquiera recibir el pan cotidiano, mucho menos cualquier otra cosa, entonces Él nos ayudará a humillar nuestra naturaleza carnal debajo de su mano sublime y poderosa. En el ayuno puedes presentar tu cuerpo como un sacrificio vivo, santo agradable a Dios y tus miembros a Dios como instrumentos de justicia (Rom. 6:13; 12:1). El ayuno también es conocido como la oración sin palabras, es una expresión de tu adoración más intensa y profunda.

PREPARACIÓN PARA EL AYUNO

La preparación para el ayuno incluye dos aspectos: preparación interna y externa.

Preparación Interna para el Ayuno: El ser guiados por el Espíritu Santo de Dios es la preparación adecuada para ayunar. Tu ayuno será hecho a través de la energía y la voluntad de la carne, a menos que sea el Espíritu de Dios quien lo esté guiando y motivando.

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre”. Lucas 4:1-2.

La gente que ayuna a través de su propio esfuerzo, siente un gran espíritu de orgullo por lo que han hecho, y algunas viven engañadas pensando que pueden comprar algo de Dios.

El ayuno no te hace más valiosos, ni compromete a Dios contigo en ninguna forma. Si el ayuno es entendido y practicado en la forma correcta, va a obrar humildad en el corazón.

Preparación externa para el ayuno: El Señor Jesús en el sermón del monte, revela cuatro detalles acerca de la preparación externa para el ayuno.

“Cuando ayunen, no pongan cara triste como hacen los hipócritas, que demudan sus rostros para mostrar que están ayunando. Les aseguro que éstos ya han obtenido toda su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y la lávate la cara para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando, sino sólo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará”. (Mateo 6:16-18)

Ungir la cabeza: Por razón natural, mucha gente piensa que es su estómago el que va a causarles el mayor problema durante un ayuno, pero esto no es verdad. El verdadero problema es la cabeza o la mente. Tan pronto como empiezas a sentir el descenso físico que viene con el ayuno, tu razonamiento carnal da cientos de razones por las cuales no debes ayunar. Sólo con el poder y la unción del Espíritu Santo sobre tu cabeza puedes tener una mente decidida para ayunar.

Lavarse: Esto es el aseo y limpieza del cuerpo, ya que durante el ayuno muchos desechos y toxinas salen de nuestro cuerpo a través de la piel, para ser eliminadas.

No aparentar que ayunamos: Debemos presentar una apariencia feliz, para que los demás no se den cuenta de tu ayuno.
Ayunar en secreto: Aunque algunas veces la iglesia ayuna de manera colectiva, el mundo exterior no debe enterarse, ya que la iglesia como un sólo cuerpo debe estar ayunando en secreto. Evidentemente este principio también se aplica al ayuno personal.

Espero que esto sea de edificación y ayuda para tu vida. Dios te bendiga. Sigue este estudio.

jueves, 22 de abril de 2010

El Verdadero Ayuno, Parte Médica IV


Para terminar la parte médica, quiero indicar los días en que ocurren más molestias, causas para interrumpir un ayuno, por último como comenzar y terminar sanamente.

DÍAS EN QUE OCURREN ALGUNAS MOLESTIAS

1° día: sensación de hambre, dolor de cabeza, mal aliento.
5°- 6° día: son los días más difíciles.
5° semana: náuseas intensas, en el ayuno hídrico
31° - 40° días: repugnancia por las comidas, en el ayuno hídrico.

CAUSAS PARA INTERRUMPIR UN AYUNO

Se interrumpe cuando la vida está en peligro. Se debe hacer en los siguientes casos:

Pérdida permanente de las fuerzas: si el estado general se deteriora intensamente y las fuerzas han decaído permanentemente, nos indica que hay que interrumpir el ayuno.

Descenso de la temperatura: la temperatura debería tomarse diariamente y anotarla, para llevar un registro. Normalmente durante el ayuno hídrico, la temperatura desciende medio grado al segundo o tercer día, esto debe mantenerse durante todo el ayuno. Si desciende más de eso, hay que interrumpir el ayuno. También ocurren aumentos ligeros de la temperatura frecuentemente, pero eso no nos debe alarmar, si ocurre debe colocarse medios físicos para bajar la fiebre.

Alteraciones del pulso: en los ayunos hídricos y prolongados, el pulso va disminuyendo en frecuencia a medida que transcurre el ayuno. Durante los esfuerzos leves puede aumentar con rapidez, indicando que la actividad debe disminuirse. Si la frecuencia de las pulsaciones baja bruscamente y la persona se siente mal y aún colocándola en reposo no mejora, debe interrumpir el ayuno. También, si el pulso se hace irregular, o se acelera sin causa aparente, debe interrumpirse. El pulso debe ser tomado una vez al día mientras dure el ayuno. También debe ser anotado.

Pérdida de la lucidez: Se pierde la conciencia, o habla incoherencias, debe interrumpir el ayuno.

¿CÓMO ENTRAR Y SALIR DE UN AYUNO?

Este punto es de vital importancia, ya que si no se cumple correctamente podría ser perjudicial para la salud. Para entrar a un ayuno se debe cumplir con los siguientes:

Dieta previa al ayuno: una semana antes del ayuno se debe restringir el consumo de grasas, azúcares, harinas, no comer salsas, ni picantes, ni refrescos gaseosos, enlatados, chucherías, café, chocolate, entre otros. En lugar de ello, se debe comer frutas, verduras, leche descremada, es decir, alimentos de bajo contenido graso y calórico, pero alto contenido en nutrientes. Se debe reducir la cantidad de alimentos a ingerir en forma progresiva hasta entrar en el ayuno. Esto se hace con el propósito de que los síntomas que ocurren durante el ayuno sean menos intensos. La salida debe también ser progresiva, es decir, que después de culminar un ayuno no debo romperlo con dieta completa, porque seria peligroso para la salud, incluso se han visto casos de edemas, problemas digestivos y hasta insuficiencia cardiaca.

La introducción de alimentos debe ser progresiva (introducir los alimentos poco a poco). Mientras más días dure un ayuno, a la hora de romperlo, el tiempo que tardo en introducir los alimentos debe ser mayor. Aproximadamente la mitad del tiempo de duración del ayuno.

En el caso de los ayunos absolutos, sin agua, se debe romper primero con agua y luego jugos de frutas preferiblemente uvas, patillas. Luego ir introduciendo otras frutas, después vegetales y luego carnes.

Si el ayuno es hídrico y es muy prolongado, se debe romper con jugo de frutas combinados con agua (mitad agua y mitad jugo). Luego el jugo puro de frutas, después las frutas como tales, luego vegetales crudos, posteriormente los vegetales cocidos y de último las carnes.

En el caso del ayuno parcial sería menos estricto, ya que se ingieren algunos alimentos. Debes ir aumentando poco a poco la cantidad de comida, de frutas o vegetales. Si el ayuno fue a base de frutas y vegetales crudos, tienes que tener cuidado en ir introduciendo poco a poco los vegetales cocidos, hasta llegar a la cantidad ingerida habitualmente y por último introducir las carnes poco a poco.

En el caso de cuarenta días de ayuno parcial, la ingesta de carne seria aproximadamente a la semana de romper el ayuno.

Espero que haya sido lo suficientemente ilustrativo, Dios te bendiga y continua este estudio.

El Bautismo en El Espíritu, Parte III


Continuando con el artículo anterior, ya he definido lo que es el bautismo en el Espíritu, ahora bien surgen algunas preguntas al respecto, si soy creyente, ¿puedo ser bautizado en el Espíritu Santo?, y ¿Quién bautiza en el Espíritu?, porque entiendo, que así como soy bautizado en agua por alguien autorizado por Dios, también debo ser bautizado en el Espíritu. Empiezo por contestar, ¿quién bautiza?:

Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. (Mateo 3:11).

El último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido glorificado. (Juan 7:37-39).


Y en el libro de Hechos capítulo 1 verso 5 que transcribí en el artículo anterior, también Jesús habla referente a esa promesa (Juan 14) y que serían bautizados en el Espíritu, de tal manera, que quien bautiza es nuestro Señor Jesucristo. Con respecto a la interrogante de si ¿puede todo creyente ser bautizado?, transcribo las Escrituras:

Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. (Hechos 2:38-39).

Aunque este verso es sumamente claro, te puedes preguntar ¿a quién le estaba hablando Pedro?, a partos, medos, elamitas, los que habitaban en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, romanos residentes, judíos, prosélitos, cretenses y árabes. A esta multitud le estaba hablando Pedro, y él al final de su discurso realiza una aseveración, ¿para quién es la promesa?, “para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”. ¿Has sido llamado por Dios? (Juan 10:3-4), si eres una oveja del Señor, puedes estar seguro que fuiste llamado por Él, por lo tanto, para ti es esta promesa.

sábado, 17 de abril de 2010

El Verdadero Ayuno, Parte Médica III


PREPARACIÓN PARA EL AYUNO

Antes de realizar un ayuno es conveniente realizar una preparación fisiológica y psicológica, con el fin que la persona se adapte poco a poco a los cambios que ocurre durante el ayuno.

Preparación Fisiológica

El Objetivo que se persigue con ella es preparar el cuerpo y evitar desequilibrios.
  • Consultar al médico, para que le realice un examen físico y le ordene una serie de exámenes de laboratorio, con el fin de que lo oriente hacia que tipo de ayuno debe hacer, o si encuentra una enfermedad que contraindique el ayuno.
  • Hacer ayunos preliminares: esto es con la finalidad de que el cuerpo se adapte a la sensaciones y síntomas que se presentan durante el ayuno.
  • Alimentación previa al ayuno de alta calidad para que durante el ayuno los síntomas sean menos notorios y también evitar desequilibrios, es decir, que una semana antes del ayuno deben evitarse dulces, harinas, picantes, grasas, entre otros.
  • No entrar bruscamente al ayuno.
  • Se recomienda llevar un registro diario de los síntomas que se presenten durante el ayuno.
  • También registrar el peso diario, temperatura y pulso.
Preparación Psicológica

El propósito de esta es informar a la persona acerca de las reacciones psicológicas que se puedan presentar durante el período del ayuno y cuál debe ser la actitud correcta frente al mismo:

  • Debe ser voluntario, es decir, la persona debe desear hacerlo, sin ser obligada.
  • Automotivarse, es decir, la persona debe motivarse con afirmaciones positivas como por ejemplo, “con cada día que pasa estoy logrando el propósito del ayuno”.
  • Despojarse de toda culpa, resentimiento, remordimiento, tristeza o cualquier otro sentimiento negativo, ya que los mismos producen debilidad en la voluntad.
  • Mantenerse ocupado: evitar tiempos de ocio, evitar ver televisión, escuchar o practicar actividades que nos desvíen del propósito.
  • Fijarse plazos para continuar: esto es en caso de que se presente una crisis, en la cual la persona se siente mal, motivado a la eliminación de toxinas.
  • Estas crisis duran poco tiempo y la persona debe darse un margen de seis horas, en las cuales debe pasar la crisis.
  • No pensar en el tiempo que falta, debe situarse en el presente.
  • Evitar emociones negativas como odio, rencor, rabia, celos, entre otras ya que las mismas conllevan a situación de estrés, el cual es perjudicial durante el ayuno.
  • Si ayuna acompañado es mejor.
Contratiempos del Ayuno

Durante el ayuno se pueden presentar una serie de dificultades, entre ellas están:

Hambre: Generalmente aparece durante el primer día del ayuno, pudiendo persistir hasta el segundo a tercer día. Cuando aparezca hambre fuera del horario de las comidas debe tomarse agua.

Mal Aliento: Aparece desde el primer día. Para combatirlo se requiere de cepillado de los dientes, pasarse hilo dental entre los dientes, gargarismos, masticar clavitos de olor.

Dolores: El dolor de cabeza puede aparecer desde el primer día. También pueden ocurrir dolores abdominales, lumbares, o en otras zonas. Estos dolores pueden mejorar con la aplicación externa de aceite de ajonjolí, de maní o de ricino, si el dolor es muy intenso y no cede debe consultar al médico.

Mareos: Pueden aparecer antes del séptimo día en forma espontánea, también durante esfuerzos intensos, si esto ocurre se recomienda disminuir la intensidad de la actividad. Los cambios bruscos de posición pueden originar mareos, se recomienda realizar estos cambios sin prisa. Si los mareos son frecuentes se recomienda el reposo, si no cede consultar al médico.

Malos Olores: Mal aliento, mal olor del sudor, secreciones respiratorias, orina de olor fuerte. Para combatir los malos olores debe asearse frecuentemente.

Abstemia: Es la pérdida de las fuerzas, si es muy persistente y no cede debe suspender el ayuno.

Adelgazamiento: Durante el ayuno parcial se pierde peso, dependiendo de la ingesta de cada persona.

Familiares y amigos: Ellos ignorando las ventajas y beneficios del ayuno, criticaran a las persona que están ayunando e insistirán en que debe suspender tal práctica.

Espero que te haya gustado, continua es estudio. DTB

El Amor es Primero, Parte III


Ya he sentado las bases para este estudio en todos los artículos anteriores, ahora quiero enfocarme en lo que significa amar como Dios desea que lo amemos a Él y a nuestro prójimo. Ya para ello voy a utilizar las herramientas que poseo, la primera de ella es el diccionario de Palabras griegas Barclay, me gusta mucho el estudio que presenta sobre la palabra amor, clasificadas con el G25 (amar) y G26 (amor), en el autor explica el origen de estas palabras agapao y agape, como estas palabras que no eran usadas por el griego clásico se vinieron a convertir en la palabra más usada en la Biblia para referirse al amor que debemos tener hacia Dios, hacia nuestros hermanos en Cristo Jesús y hacia nuestro prójimo. Y lo que más me gusta del Barclay que esta es la primera palabra que explica en su diccionario, y en lo particular lo relaciono con lo que Dios es, "Dios es amor", pero también es "Alfa y Omega, Principio y Fin", por ello, considero muy apropiado iniciar una obra de esta manera. Realizaré transcripciones literales del mismo y cuando requiera un comentario lo haré al respecto, lo dividiré en varias partes debido a lo largo que es el tema, espero que te sea de mucho provecho.

G26
AGAPE26 Y AGAPAN25
LA MÁS GRANDE DE LAS VIRTUDES
La lengua griega es una de las más ricas, y tiene una facultad sin rival para expresar los diversos matices del significado de un concepto, pues, como sucede con cierta frecuencia, dispone de series completas de palabras para ello. Así, por ejemplo, mientras el inglés dispone solamente de un vocablo para expresar toda clase de amor, el griego tiene por lo menos cuatro (igual sucede en el español). Agape significa amor, y agapan, que es el verbo, significa amar. El amor es la más grande de las virtudes; la virtud característica de la fe cristiana. Por tanto haremos bien en procurar descubrir todo el contenido de estas dos palabras griegas cuyas características distintivas podremos conocer si las comparamos con otras palabras griegas que también signifiquen amor.
1. El sustantivo eros y el verbo eran se usan principalmente para denotar el amor entre los sexos. Aunque también pueden utilizarse para expresar la pasión de la ambición o la intensidad de un sentimiento patriótico, característicamente son palabras que se emplean con relación al amor físico. Gregorio Nazianceno definió ecos como "el deseo ardiente e insufrible". Jenofonte, en la Ciropedia (5.1.11), tiene un pasaje que muestra exactamente el significado de eros y eran. Araspas y Ciro están discutiendo las diferentes clases de amor, y el primero dice: "Un hermano no se enamora de su hermana, sino de otra; ni un padre se enamora de su hija, sino de cualquier otra mujer, porque el temor de Dios y las leyes de la tierra son suficientes para impedir tal clase de amor" (ecos). Notemos que estas palabras están predominantemente relacionadas con el amor sexual. En castellano, el vocablo amante puede connotar cierta bajeza en la forma de amar; y, en griego, el significado de las palabras que estamos estudiando había degenerado a fin de representar hechos más vulgares. Es claro que el cristianismo difícilmente podía haberse anexado estas palabras, por lo que no aparecen en absoluto en el Nuevo Testamento.
2. El sustantivo storge y el verbo stergein tienen que ver especialmente con los afectos familiares. Pueden utilizarse para expresar la clase de amor que siente un pueblo por su gobernante o una nación o familia por su dios tutelar, pero su uso regular describe fundamentalmente el amor de padres a hijos y viceversa. Platón escribe: "Un niño ama (stergein) a, y es amado por, aquellos que lo engendraron" (Leyes, 754b). Una palabra afín se encuentra a menudo en los testamentos. Se deja un legado a un miembro de la familia trata philostorgian, es decir, "por el amor que te tengo". Estas palabras no se encuentran en el NT excepto el adjetivo afín philostorgos, que aparece una vez en Ro. 12:10 (el gran capítulo que Pablo dedica a la ética) y que la Versión Reina Valera de 1908 traduce amor fraternal. Esto es muy sugestivo porque denota que la comunidad cristiana no es una sociedad, sino una familia.
3. Las palabras griegas más comunes para amor son el sustantivo philia y el verbo philein, y ambas tienen un halo de cálido atractivo. Estas palabras encierran la idea de mirar a uno con afectuoso reconocimiento. Pueden usarse respecto del amor entre amigos y entre esposos. La mejor traducción de philein es apreciar, la cual, incluyendo el amor físico, abarca mucho más. Algunas veces puede significar incluso besar. Estas palabras tienen en sí todo el calor del auténtico afecto y del auténtico amor. En el NT, philein se utiliza también para expresar el amor entre padres e hijos (Mt. 10:37); el amor de Jesús a Lázaro (Jn. 11:3, 36) y, una vez, el amor de Jesús al discípulo amado (Jn. 20:2). Philla y philein son palabras hermosas para describir una relación hermosa.
4. Con mucho, las palabras más comunes en el NT para amor son el nombre agape y el verbo agapan. Primero, estudiemos el sustantivo. Agape no es en absoluto una palabra clásica, por lo que es dudoso que se haya utilizado alguna vez en el griego clásico. En la Septuaginta, se usa catorce veces respecto del amor sexual (p. ej., Jer. 2:2) y dos veces (p. ej., Ec. 9:1) como la opuesta de misos, que significa odio. A estas alturas, agape no ha llegado a ser todavía una gran palabra, pero hay indicios de que lo será. En el Libro de Sabiduría, se usa para describir el amor de Dios (Sabiduría 3:9) y el amor a la sabiduría (Sabiduría 6:18). La Carta de Aristias dice (229) que la piedad está íntimamente relacionada con la belleza, pues "es la forma preeminente de la belleza, y su poder radica en el amor (agape), el cual es un don de Dios". Filón utiliza agape una vez en el más noble sentido. Dice que phobos (miedo) y agape (amor) son sentimientos afines y, a su vez, característica del sentimiento del hombre hacia Dios. Pero solamente podemos encontrar raras y dispersas apariciones de esta palabra, agape, que llegaría a ser la clave de la ética del NT. Ahora volvamos al verbo agapan. Este verbo se emplea en el griego clásico más que el sustantivo, pero tampoco es muy frecuente. Puede significar saludar afectuosamente. Puede describir el amor al dinero y a las piedras preciosas. También puede usarse como expresión de estar contento con alguna cosa o con alguna situación. Incluso se utiliza una vez (Plutarco, Pericles 1) para describir a una dama de la alta sociedad acariciando a su perrito faldero. Pero la gran diferencia entre philein y agapan en el griego clásico es que agapan carece del calor que caracteriza a philein. Hay dos buenos ejemplos de esto. Dio Casio, refiriéndose al famoso discurso de Antonio respecto a César, dice (44.48): "Vosotros lo amabais (philein) como a un padre, y lo apreciabais (agapan) como a un benefactor." Philein describe el cálido amor que se profesa a un padre; agapan, la afectuosa gratitud que se siente hacia un benefactor. En la Memorabilia, Jenofonte describe cómo Aristarco consulta a Sócrates sobre un problema que tenía consistente en que, debido a los condicionamientos de la guerra, se veía obligado a vivir con catorce mujeres, parientes, que vivían a costa de él, pues, dada su situación de desplazadas, no tenían nada que hacer, y, lógicamente, surgían conflictos. Sócrates le aconseja que las ponga a trabajar, sean o no de ilustre cuna. Aristarco lo hace así y el problema se soluciona. "Las caras sombrías se tornaron radiantes; ellas lo amaron (philein) como a su protector; él las miraba con afecto (agapan) porque eran útiles" (Jenofonte, Memorabilia, 2.7.12). De nuevo se manifiesta en philein una calidez que no está en agapan. (Barclay)
(Itálica y negrita, comentario mio)


Aunque existe muy poco que tenga agregar referente a esta explicación, si existe algo que quiero resaltar, nuestro Dios no es un Dios común, por ello cuando hablo del amor, no lo hizo comúnmente como lo habían hecho los filósofos griegos ni utilizo palabra comunes, sino que utilizo un verbo que reunía todas las características para que pudieras entender como debes amar a tus enemigos (Mt. 5:43-48) y amar a tu prójimo como lo muestra la extraordinaria parábola del "Buen Samaritano" (Lc. 10:25-37), las personas comunes no pueden hacer eso, pero los hijos de Dios si podemos, porque tenemos un Dios extraordinario, el único y verdadero Dios. Dios te bendiga, sigue adelante.

Etimología de la Palabra Amar, Amor


Hola, Dios te bendiga, te felicito si has tenido la constancia de seguir este estudio sobre el amor (referida al amor con el cual debemos amar a Dios y al prójimo, Mateo 22:37). Para continuar con el mismo quiero explicar el origen de estas dos palabras.

La palabra amor, proviene del original griego: γάπη (agápe), amor, i.e. afecto o benevolencia; espec. (plur.) festín de amor:-ágape, amado, amor.

La palabra amarás, proviene del original griego: γαπάω (agapao), tal vez de ἄãáí ágan (mucho); amar (en sentido social o moral): amado, amada, amar, amor. (Strong en Español).


Con respecto al origen de estas palabras no hay nada más que pueda agregar. Sin embargo, si sobre su uso, lo cual ampliaré en la continuación del tema "El Amor es Primero". Dios te bendiga.